III
(24,6)
En la
primera viñeta hay un enorme barco borracho
sobre
la noche de rosario,
se
llama dignidad pero en inglés
y
parece arrastrarse río abajo.
Al
frente unos silos de colores,
adentro
los estripers de federico klemm
cambian
tiernos besos de judas
o
cuelgan del aire como cristos acalambrados
o caen
en picada y no son ángeles.
A unos
metros el rastro del poema,
paredes
en código.
VENI A
SER BARDO dicen las postales de inchauspe,
VENI A
HACER BARDO dice el público en general.
Bailamos
el pogo del poeta asesino,
ya
lejos de su rama,
antes
de que la madurez se descomponga
increpa
a los jóvenes poetas,
les
tira su aburrimiento en la cara,
los
empuja hacia afuera con sus palabras de humo.
Los
poetas jóvenes no le responden
contestar
también aburre.
En el
próximo cuadro llueven poemas
y la
ciudad toda es una carámbano,
el sol
no sale hasta que lo nombran.
Poemas
histriónicos
histéricos
históricos
Poemas
ingenuos
inexactos
intrépidos
Poemas
con besos con hijos con drogas
con rencores prolijos
con café y con postre
Dicen
las paredes:
Y SABER
QUE EN ESTE MUNDO NO HAY NADIE A QUIEN ENVIARLE ESTE MENSAJE.
El
túnel hace gárgaras con los autos
y
repite una vocal largamente,
preposiciones
y copulaciones conjuntivas del poema.
En el
vértice de la página encuentro un níspero
su
sabor es la memoria de mi infancia.
un
árbol solitario.
Frutos
del cielo o de los pájaros
que
nunca más cayeron en mis manos de cinco años.
Entre
las calles del poema,
en esta
ciudad,
he
plantado un árbol,
un
algarrobo paciente
que
como yo sea
un
trozo de tierra nómade,
una
coma o el silencio del coma
dentro
del texto.
En la
última viñeta
-PELIGRO
BARRANCA-
sentados
en el suelo
dos
tipos
vuelcan
fana
en una
bolsa
y
respiran
un aire
pegajoso.
El río
está vacío.
Les
pregunto por el barco
y me
responden
que
desapareció en la madrugada
como
una ballena gateando por el paraná.